Soy una incomprendida. Alguien raro en el mundo de normales o la única normal en un mundo de raros. Soy una de esas personas que se pregunta cosas que a la mayoría de gente le da igual, que concede importancia a algo que los demás ignoran y que ignora porqué extraño motivo el mundo concede importancia a determinadas cosas. También soy un poco loca o considerando quizás la proporción en el mundo, ustedes son los locos y no yo.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Te queda claro?


No me quieras que no quiero tener que quererte. Yo no quiero saber nada de las cosas del querer. No me quieras que tú empezarás a prometer… y yo me lo creeré… y no me lo quiero creer. Pero si me quieres, no me quieras como lo hace un hombre, ni como lo hace un niño: los hombres mienten y los niños juegan. Mejor no me quieras y no te tendré que querer. Y si me quieres, quiéreme con las ganas del que nunca ha querido y la razón del que sí quiso alguna vez. Que me quiera tu mente como me quiera tu boca… ¡No! Tú no me quieras, que si no me quieres no me dueles y si no jugamos no podemos perder. Sin querer, se quiere mucho más que queriendo… No me quieras: que si nunca empezaras a quererme, nunca me dejarías de querer.

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